Somos conscientes de que el campo está sufriendo una profunda transformación tecnológica y desde Agroebro ya llevamos varios años formando a nuestros técnicos para poder asesorar a los agricultores en las nuevas tecnologías agrícolas.
La agricultura de precisión es una realidad y cada vez más agricultores la aplican en sus campos gracias a nuestro asesoramiento. Dentro de nuestra labor, analizamos fotos satelitales para poder conocer la sanidad del cultivo metro a metro y en función a esto aplicamos soluciones diferenciales para corregir los posibles problemas y así maximizar el potencial de producción.
Las cámaras multiespectrales de satélites y drones nos permiten observar detalles que nuestros ojos no pueden ver a simple vista como puede ser la actividad fotosintética por m2 y así saber dónde el cultivo está estresado. Por ejemplo, en la siguiente imagen tomada con un dron podemos pensar que toda la parcela se encuentra en un estado similar:
Sin embargo, al analizar la imagen mediante índices de vegetación utilizando el rango de la cámara multiespectral, podemos ver como existen zonas claramente diferenciadas en las que se pueden aplicar abonados variables y sembrar diferentes dosis de semillas para adecuar el potencial productivo de cada metro cuadrado a su tope.
Otra de las funciones de la agricultura de precisión es el aprovechamiento del agua. Gracias a las fotos de satélite cada 5 días, podemos calcular mediante algoritmos y utilizando las previsiones meteorológicas las necesidades hídricas semanales y de este modo aprovechar al máximo el riego. Volviendo al ejemplo anterior, se ve como en nuestro campo las necesidades de agua varían hasta un 30% en función de la actividad fotosintética que el satélite puede observar.
Dentro de los aspectos a tener en cuenta dentro del manejo de campos mediante agricultura de precisión, quizás la siembra variable sea el factor más importante en cultivos como el maíz.
Las variedades de maíz (o cualquier otro cultivo), tienen comportamiento diferentes en función de la densidad de siembra que se utilice (generalmente en tierras con potencial productivo alto, la dosis de siembre puede ser mayor). Dentro de nuestro campos podemos el tipo de tierra varia pudiendo llegar a tener 3-4 suelos diferentes en parcelas de no más de 5 hectáreas, es por ello que la siembra variable nos permite sacar el máximo partido a los diferentes tipos de suelos, reduciendo la dosis en suelos malos y aumentándola en suelos buenos.
Para conocer el tipo de suelo no es necesario un análisis de toda la parcela. El histórico de fotos de satélite a lo largo de 20 años nos permite conocer donde se encuentran las zonas buenas ya que de forma general, siempre está mejor que el resto año tras año. Con una extrapolación de estas fotos conseguimos obtener un mapa de siembra variable que introduciremos en nuestra sembradora como el que vemos a continuación:
Del mismo modo se puede calcular la dosis de abonado en función al mapa de siembra y que así la zona que hemos sembrado a más densidad (zona con más potencial productivo), tenga una mayor dosis de abonado debido a que los requerimientos de unidades fertilizantes siempre serán mayores en estas zonas.
Si tienes curiosidad por el manejo de la agricultura de precisión no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos en el manejo de tu explotación.
Ilustración 1. Foto de satélite de años anteriores
Ilustración 2. Dosis de siembra calculada mediante foto de satélite
Del mismo modo se puede calcular la dosis de abonado en función al mapa de siembra y que así la zona que hemos sembrado a más densidad (zona con más potencial productivo), tenga una mayor dosis de abonado debido a que los requerimientos de unidades fertilizantes siempre serán mayores en estas zonas.